Historias y Territorios premodernos de la Danza en Chile 1544-1843.
Construcción de registro, reconocimiento de fuentes,
y elaboración de relato preliminar.
Objetivos
Este apartado de Historia Danzaria, corresponde a dos Proyectos Financiados por el Fondo Nacional de las Artes, convocatoria Nacional 2019 y 2020: el Proyecto “Historias y territorios premodernos de la Danza en Chile 1544-1843. Construcción de registro, reconocimiento de fuentes, y elaboración de relato preliminar”; y el Proyecto “¿Estancamiento o continuidad en el desarrollo histórico de la danza profesional chilena? Ampliación de los registros para un período inconcluso. (1870-1929)”.
A la fecha se presentan los resultados del primer Proyecto mencionado, cuyo objetivo general es colaborar en ampliar el campo de reflexión disciplinar de la danza, respecto de sus antecedentes previos a su conformación como actividad profesional en Chile. En ello, los objetivos específicos son:
- Construir una plataforma de divulgación pública en la web, que permita entregar los resultados de la investigación, de manera gratuita a la comunidad en general; lo cual se concreta con la ampliación de la web www.historiadeladanza.cl, que en este momento también alberga al proyecto de microdocumentales.
- Construir registro y realizar reconocimiento de fuentes, que asociados al período premoderno, den cuenta de la historia de la danza en Chile; objetivo que se concreta en la bibliografía utilizada en cada monografía publicada en esta web, y sobre todo en el menú “Biblioteca temática”, que compila y entrega los links directos a la bibliografía que es de público acceso, y que ha sido citada y utilizada directamente en esta investigación, como también aquella que ha servido de motivación y de lineamiento político teórico, adscribiendo al enfoque descolonial.
- El tercer objetivo es establecer líneas narrativas que permitan la elaboración de un relato preliminar de la danza premoderna, basada en una revisión de fuentes primarias a partir de la actual “madurez” conceptual y metodológica de la historiografía de la danza chilena.
En la búsqueda de aquellas líneas narrativas, como resultado se presentan tres monografías que ejemplifican tres estilos y enfoques de cómo abordar la historia de la danza profesional chilena, las cuales se presentan a continuación no en orden cronológico, sino cómo fue transitando la investigación:
- El primero adopta el formato de un ensayo clásico, denominado “Sus placeres y bailes y regocijos son como los de Mapocho”. Las técnicas corporales de los indígenas en las crónicas chilenas (Ss. XVI-XVII), y su anexo “Fuentes para la historia de las técnicas corporales en Chile colonial (SS. XVI-XVIII)”. En ellos el historiador Miguel Lecaros Álvarez aborda la temática danzaria asumiéndola como un desafío, pues la búsqueda específica de los cuerpos danzantes y de las técnicas corporales en el “Reyno de Chile” se aleja de su cotidiano quehacer respecto de su expertiz en documentos coloniales.
El inicio de la labor fue entusiasta, pues se revisarían textos nunca antes abordados desde la perspectiva de la danza y el cuerpo; pero el ímpetu inicial disminuyó al llegar a la ya esperada conclusión de que la documentación es notablemente escasa, pues ningún escrito de la época aborda directamente temáticas danzarias o corporales pues no son de interés epocal, ni se presentan como una necesidad documental dentro de las labores de conquista y colonia. No obstante, Miguel aporta con presentar un enfoque investigativo formal, riguroso, y reflexivo; entregando además los hallazgos de su revisión de 6 libros y un fondo documental.
- El segunda línea narrativa estuvo a cargo de la historiadora Roccio Silva, especialista en documentación de la historia republicana chilena, quien nos presenta un informe investigativo que titula “Historia de la Danza durante la Formación de la República”, en el cual didácticamente nos presenta una metodología de investigación y registro histórico, dando cuenta a la vez de la revisión del Boletín de Leyes y Decretos del Gobierno (BDLG) entre 1817 a 1850, y 7 diarios de viajeros; de los cuales transcribe los hallazgos, y posteriormente presenta los resultados a modo de síntesis y clasificación de los hallazgos.
Cabe mencionar que en la época abordada por Roccío se encuentra una mayor documentación danzaria y corporal, la que por una parte se relaciona con aspectos coercitivos, dado que el anhelo de orden y de lo que podemos denominar como higienización de lo popular, se consideró (y considera) como uno de los ejes de conformación del estado nación chileno; y por otra parte, (o en realidad derivado de lo mismo), la danza aparece en los diarios de viajes, donde se presume de la participación del autor o autora en celebraciones de las clases dominantes o ceremonias oficiales; a la vez que a modo de catastro se recopilan y organizan las danzas hoy denominadas como folclóricas. Todo esto acontece con el objetivo de construir la subjetividad de la nación chilena como un todo único, y por supuesto ordenado.
- Por último, tenemos los resultados de la investigación de Mónica Pinto, coreógrafa y geógrafa, quien ante los escasos hallazgos para el período de conquista y colonia, se aventuró en la lectura de la “Histórica relación del Reyno de Chile” escrita por el jesuita Alonso de Ovalle en 1646. Se eligió esta obra porque es la primera historia de Chile escrita por un chileno.
En la primera lectura aconteció lo esperado, escasa documentación danzaria y corporal, ante lo cual en las discusiones grupales, (en las cuales además de Miguel y Roccio, participaron los investigadores Patricio Antilef y Lorena Hurtado), Mónica planteó la posibilidad de que los no hallazgos se debieran no a su no existencia, sino a la metodología utilizada, y como no es historiadora, propone aplicar lo que sabe: abordar la lectura de los documentos históricos, en este caso de la “Histórica relación del Reyno de Chile”, como si fueran el guión de una Obra que debe ser “remontada”, lo cual significa aplicar técnicas y parámetros de construcción de personajes y análisis de movimiento, utilizados en teatro, danza, o danza/teatro.
Ello implica considerar a las técnicas de investigación/creación artísticas como técnicas investigativas aplicables al campo de las ciencias humanas y sociales, y en específico a la historia; lo cual permite explicitar el carácter subjetivo tanto del “objeto de estudio” como del “sujeto que estudia”, y a la vez los funde, pues la lectura de la historia como guión implica sumergirse, posicionarse, vivenciar, “ser” lo leído; situación que puede clasificarse dentro del territorio del pensamiento situado.
Mónica entrega los resultados a modo de un collage entre imagen y relato; para permitir el libre accionar de la interpretación/narración/creación/ficción en la articulación de las escenas de la obra/historia, o para entre comillas “justificar” la presencia de algún elemento “escenográfico”, o la acción de algún “personaje”.
Esta posibilidad investigativa se argumenta y valida a partir de clásicas premisas, (por ejemplo ¡hegelianas!), que establecen la inseparabilidad entre lo individual y lo social, pues ambos constituyen un proceso dialéctico puesto que toda acción individual, en su fundamento, es la actualización singular de la razón en su dimensión histórico-social; y a su vez dicha dimensión, objetivada en la cultura, las instituciones (el Estado, el Derecho, y las estructuras sociales), y en lo que se denomina “conciencia colectiva”, configura y condiciona toda acción individual.
En investigación en artes esta perspectiva, por ejemplo, ha sido explicitada por Margarita Mateo Palmer en su libro “Ella escribía poscrítica”, quien en su rol de escritora cubana y crítica literaria plantea como necesidad evidenciar la subjetividad del crítico (o del historiador), permitiéndose el despliegue de la invención o interpretación creativa al enfrentar carencias de información o ambigüedades; conformando así un diálogo entre la ficción y el testimonio, entre la subjetividad y el dato objetivable, donde lo inventado no es una trivialidad o transgresión a lo que se considera como lo permitido en una investigación entre comillas “seria”, pues permite acceder al imaginario simbólico de la persona que escribe, a su contexto, y a las complejidades entre ambos, dinamizando, (en el caso particular de Margarita), a la crítica literaria. El libro “Ella escribía poscrítica” tiene tres ediciones: la primera en 1995, durante el período especial cubano, y las otras el 2005, y 2019, siendo considerado aún un escrito vanguardista.
Por otra parte, también dentro de la investigación en y desde las artes, el 2018 Susana Tambutti y María Gigena publican “Memorias del presente, ficciones del pasado”, en el libro “Historiografía da dança”, editado por Rafael Guarato. En dicho artículo explicitan el reconocimiento de la narratividad como condición constitutiva del discurso historiográfico. Así, en cuanto narración, se asume que toda historia contada posee características y estructuras internas como su estructura temporal, la forma y presencia o no de causalidad, la configuración del narrador y de los personajes, y el modo en que se otorga significado dentro de uno o más contextos; lo cual tiene como implicancia la relativización de los parámetros o condiciones de lo que consideramos como verdadero. Esto significa desplazar la tensión verdad/falsedad hacia la relación entre lenguaje y referente, o dicho de otro modo entre el lugar de enunciación y lo enunciado; por lo tanto las disputas se centran en las condiciones de posibilidad y condicionamiento de dichas relaciones.
Desde la perspectiva de esta investigación, el enfoque de Margarita, y de Susana y María, permiten transitar hacia lo imaginativo y lo ficcional, entendido como ficción no algo “irreal”, sino un reordenamiento de hechos experimentados o conocidos, bajo lógicas que no son cotidianas, o de experiencia directa, o linealmente vividas; pues nadie puede imaginar lo que no ha experimentado, pero si puede alterar las secuencias o sus encadenamientos.
En consecuencia, en esta tercera línea narrativa, se propone a la interpretación/imaginación/ficción, como una herramienta que colabora en el proceso de descolonización, pues a partir de lo observado motiva a reorganizar la propia lógica, y con ello la lógica de lo observado. A fin de cuentas el objetivo es comprender y recurrir a la historia como una narrativa del presente, que construida con datos del pasado se sella en el acto de escritura como un documento para las generaciones futuras.

